junio 11, 2010

Porque esto es África




Y si, voy a hablar de futbol. Así que si Ud., mi estimado lector esta hart@ del tema en este el primer día mundialero puede darle close a la pestaña del navegador…ahora. Bien, sí ud no lo ha hecho, déjeme platicarle que me gusta el futbol como a muchos, nada espectacular. Tengo mis equipos favoritos en las distintas ligas (Toluca, Liverpool y Real por sí se lo estaba preguntando), pero la verdad es que apasionada, apasionada lo que se dice apasionada, pues no, no lo soy.

Pero AMO el mundial.

Así de sencillo. Lo amo tanto, tanto, tanto, que soy capaz de poner de lado mi habitual grinch-ismo y disfrutar a plenitud de un mes de este maravilloso despliegue de el juego más grande que hay; combinado con un fervor nacional y un movimiento cultural único.

Y a quien ose poner en los comments lo mucho que le “caga” el mundial, le contesto lo que se le de dice al portero contrario que va a despejar y lo invito a observar; más allá de los comerciales estúpidos, de las promociones sin sentido y sobre todo de los medios de comunicación con su nula creatividad a la hora de hablar del tema. Observar cómo todo el planeta sucumbe ante el rodar de un balón.

Nací en 81, así que los recuerdos de México ’86 son como de sueño, pero Pique y la chiquitibum son palabras que tienen sentido para mí. De Italia ’90, tampoco hay muchos recuerdos, excepto que, solidariamente con mi tío que tenía una novia teutona ( aunque conociéndolo probablemente también era tetona) toda la familia se reunió a ver la final y apoyar a Alemania. En Estados Unidos ’94 la historia ya cambió y , con mis 13 pubertos años Roberto Baggio, Gianluca Pagliuca y Luis García representaban un GRAN atractivo hacia el juego, pero no solo eso, fue en esta época que aprendí el placer de sentarse a ver un partido de futbol con una coronita bien muerta en la mano.

Pero el amor, amor lo que se dice amor, nació en el mundial de Francia ’98. El momento, lo recuerdo perfecto:



¿Y cómo no enamorarse a los 17 años de Michael Owen recibiendo un pase de un pre-posh David Beckham y anotando?

En Japón-Korea 2002 nunca supieron más ricas las desmañanadas y lo disfruté mucho con los “ingelecs” en plena época de exámenes finales. ¿Lo que más me impactó? no fue un gol, ni un juego, ni un jugador sino el desmadre controlado de los coreanitos. Oh my effing GOD! Recordemos:



Antes de Alemania ’06 mi primera experiencia de selección, chelas, banderas, mariachis, el cielito lindo y una victoria sobre EU (ah que rico sabe ganarle a los pinches gringos!!! no?). Y ya en el mundial la triste derrota contra Argentina, que cómo ardió.

Desde hace meses me emocionó oír que México inauguraría el mundial contra un bizarro anfitrión: Sudáfrica. La verde se volvió negra para sorpresa de todos y albures de algunos.

Hoy regresó mi gran amor de cada cuatro años, me tocó el corazón que el primer himno que se escuchó fue el nuestro, el empate me parece cortés y aunque no espero que el Tri, regrese coronado campeón, tengo un poquito (sólo un poquito) de fé en ellos, porque a final del día, de los 207 países afiliados que tiene FIFA ( contra los 192 que tiene la ONU) México es de los 32 merecedores de un lugar en el mundial.
F
Muero de ganas por ver a la Furia Roja en plena acción y me dispongo a apoyar a la madre-patria. Quiero ver a Rooney, a Ballack y a Messi, que le partan la madre a los franceses que llegaron con trampas al mundial y reírme mucho de que en Brasil Kaka juega contra Delano.

Sé que vienen sorpresas, sé que sufriré, estaré triste cuando México regrese y pierdan los equipos que me caen bien, en un mes estaré cansada de tanto futbol y no querré ver un balón por lo que resta del año, pero segura de que, sí “Dios nos presta vida” el idilio se repetirá en Brasil ‘14

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